Nos movemos para comunicar, para expresar nuestros sentimientos, para entender las emociones, para divertirnos, para habitar el espacio que nos rodea, para conocer diferentes ritmos y cómo se sienten en el cuerpo. Bailamos para crear empatía con los demás. Como bailarina y mamá reconozco en la danza y el juego libre una gran herramienta para conocer y redescubrir el mundo desde la mirada de nuestras hijas e hijos.
La danza tiene beneficios para todos, pero sí el encuentro sucede desde pequeños las niñas y niños pueden disfrutar de un mejor desarrollo psicomotriz, habilidades espaciales y musicales, fortalecimiento de sus músculos, correcta alineación y sobre todo potenciar el desarrollo de su curiosidad y creatividad. Nos permite dejar de tener miedo o pena. Nos ayuda a comunicarnos con los demás, a sentirnos seguros con lo que sabemos hacer. La danza nos enseña a confiar en nuestro cuerpo a entenderlo y a cuidarlo.
¿Cómo es una sesión de ALuD?
El primer acercamiento con la danza debe ser libre, a través del juego y la imaginación; las niñas y niños tienen mucha creatividad, necesitan ser guiados y contenidos pero aún no están listos para practicar una técnica formativa. Tenemos que darles tiempo de explorar, de investigar su cuerpo, de crear, de inventar, de correr y también de seguir premisas, de observar. Por medio de juegos sencillos, ejercicios de coordinación, apoyo de material didáctico (aros, pelotas, listones, telas, estambre) y cuentos podemos crear un mundo que le permita al niño investigar su cuerpo y creatividad.